Titular de Cátedra ordinario:
Prof. Dr. Gustavo Lázaro Lipkin

Adjuntos Ordinarios: Prof. Carlos Azur María Martínez y auxiliares docentes graduados Abogs. Javier Tomino y Agustín Comes Pelegrín

Ayudantes Alumnos: Sr. Sergio Lambruschini Morales; Sr, Agustín Lagoma Manelli; Sr. Federico Mitriati

CORREO ELECTRÓNICO:
General : INTDERLIPKIN@GMAIL.COM
Comisión 1: Intdercom1@gmail.com (Comisión UNO)
Comisión 2: intdermartinez@gmail.com (Comisión DOS)

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PERSONAJES DE LA ARGENTINA: FEDERICO M. PERALTA RAMOS, OLMEDO, ERLICH, TATO BORES, NEUSTADT, LANATTA



Tato Bores y Norman Erlich

Tato Bores con Federico Manuel Peralta Ramos


Alberto Olmedo y Raul Portales


Bernardo, por Neustadt


La muerte de Bernardo Neustadt
Ese viejo temeroso tenía carisma y un gran poder de comunicación. Vivió y murió solo. Si puede, que descanse en paz.
Jorge Lanata.
Un día, hace diez años (aunque nunca me crean con las fechas) llamó Neustadt. Bernardo Neustadt me invitaba a almorzar. Almorzar iba a llevarnos mucho tiempo y cierta intimidad. Le dije a mi secretaria que propusiera un café en su oficina de Puerto Madero. Dos o tres días después, yo estaba ahí, parado frente a un inmenso cartel que decía Neustadt, en pesadas letras de molde. “Neustadt”, en letras grises, como las del logotipo de un banco. Dijimos cosas circunstanciales hasta que Neustadt –que hablaba moviéndose y de pie, mientras yo estaba sentado frente al escritorio– me preguntó:
–¿Y usted qué cree que tengo que hacer?
–¿Perdón?
–¿Qué cree que tengo que hacer con el tema de la televisión?
“El tema de la televisión” era el asunto del que todos hablaban en esos días: Telefe le había propuesto firmar un contrato por rating, en el que lo obligaba a no bajar nunca de los 12 puntos. En caso contrario, levantaban Tiempo nuevo. Con Menem fuera del poder, Neustadt había iniciado su lento pero inexorable declive. Telefe vivía el comienzo de la fiebre de las novelas costumbristas, los realities, los megaprogramas de veinte o treinta puntos.
–¿Qué cree que tengo que hacer con el tema de la televisión?
La escena era un poco bizarra: ¿qué hacía yo, en esa oficina, con Neustadt, y cómo podía ser posible que él me preguntara a mí qué hacer?
–¿Usted tiene plata en el banco? –le dije. Neustadt sonrió, benevolente.
–Sí, claro.
–Entonces deje.
Me miró.
–Deje. Deje ahora. Porque lo van a destruir.
La televisión es una mierda –me dije mientras salía de Puerto Madero. Ahí estaba su mejor alumno, el tipo que había hecho durante años todo el trabajo sucio para todos y no le daba, siquiera, un par de meses de rating bajo. Treinta años después, ni eso se había ganado.
Ese tipo, solo, rodeado de mujeres que redecoraban sus casas de Punta del Este, que luchó en sus últimos años hasta la desesperación para tener prestigio entre sus pares o entre los estudiantes de comunicación, comenzó a hablar bien de mí en los reportajes. Yo, desde lo pequeño, odiaba que me mencionara. Me parece que nadie puede estar orgulloso de su odio. Deberíamos avergonzarnos de odiar; es algo que nos sujeta, nos quita libertad y nos vuelve mínimos.
El sábado a la tarde, el chat de Google en mi máquina explotó: “¿Te enteraste?”, “¿Viste lo de Neustadt?”.
En una habitación de hotel en Asunción del Paraguay vi a la madrugada la repetición de un excelente programa de TN: Tiene la palabra, con Bernardo Neustadt. Alfredo Serra, Luisa Valmaggia y Ernesto Tenembaum, entre otros, preguntaban. Ahí estaba otra vez Neustadt hablando bien de mí. Lo que se veía era un viejo un poco triste, un poco asustado, ansioso por explicarse, con pantalón de vestir y alpargatas azules, citando a Gandhi. “Es una paradoja –observó Tenembaum, con inteligencia–, en la época de Gandhi usted hubiera apoyado a los ingleses.”
Durante la emisión, el túnel del tiempo trajo a mi memoria otro programa: una entrevista del primer Día D con Grondona, en la que le pregunté si respetaba a su eterno compañero. Grondona se sorprendió, molesto, y tardó cinco segundos en responder. Cinco segundos son una eternidad.
Cinco segundos.
–No –me dijo–. Respetarlo, no.
Ahora ya es de mañana y sigo, en el mismo cuarto, mirando el noticiero. Grondona y otros desfilan por la casa de Martínez que Neustadt bautizó Tiempo Mío, y todos se llenan la boca con palabras vacías. Ese viejo temeroso que murió tenía carisma y un gran poder de comunicación. No lo usó para la gente sino para el poder. Pensó que estaba bien así, pero ¿quién no piensa que lo que uno hace siempre es lo correcto? Vivió y murió solo. No le sirvió para nada tener plata en el banco. Si puede, que descanse en paz.
fuente: http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=5393[/link]

Alfredo Palacios: "Discurso en Radio Belgrano" (15/7/1955)

El hombre que sobrevivió a cinco campos de concentración en el Holocausto

El hombre que sobrevivió a cinco campos de concentración en el Holocausto
Olvidar es imposible porque vi todos los horrores. Pero tengo que ver lo bueno, ver para adelante...Tener una rabia eterna no lleva a ningún lado Julio Gartner

SIDNEY LUMET - CINE DE AUTOR - REALISMO AMERICANO

El Prestamista, séptima película dirigida por Sidney Lummet,, primer película en manifestar la patología del síndrome del sobreviviente en una sociedad de sobrevivientes. Considerada un clásico del cine negro norteamericano y única en su tipo.
Asesinato en el expreso de oriente, considerada una obra maestra en el género de cine negro con actuaciones superlativas y un guión realizado por la misma autora del libro
Agatha Christie, el mejor elenco del cine británico, Albert Finney, Lauren Bacall, Martin Balsam, Ingrid Bergman, Jacqueline Bisset, Jean-Pierre Cassel, Sean Connery, John Gielgud, Wendy Hiller, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Rachel Roberts

Richard Widmark, Michael York, Colin Blakely.

Doce hombres en pugna, producida y protagonizada por Henry Fonda, visión contrafactica y estructuralista de la legalidad, considerada única en su estilo, filmada en plato con cámara móvil (1959)

El principe de la Ciudad, un telefin que marca el regreso de Lumet y su tercer etapa filmica, barroca, excesiva y muy criticada por mostrar la contracara de "los intocables".

Piel de serpiente, o The Fugutive King, con Marlon Brando y bajo un guión de Tennesse Willians.

Una extraña entre nosotros, una historia pequeña, con algunos errores fílmicos pero una película muy personal que habla de la identidad, la moral, la vida y la muerte, un revisión de los origenes de Lumet, imperdible.



una extraña entre nosotros


http://introduccionalderecholipkin.blogspot.com/

intderlipkin@gmail.com




CINE - LUMET - UNA EXTRAÑA ENTRE NOSOTROS

UNA EXTRAÑA ENTRE NOSOTROS - LUMET - 1992 (VER LA PELÍCULA EN ESPAÑOL)


A Stranger Among Us (1992)

color /110 minutos (1h y 50m) / 1.85:1 / Drama


http://introduccionalderecholipkin.blogspot.com/www.cpocpclipkin.blogspot.comCorreo electrónico de la cátedra: intderlipkin@gmail.comcorreo electrónico comisión del Profesor Martínez: intdermartinez@gmail.comcorreo electrónico del profesor Yaber: intderyaber@gmail.com